Cómo diría mi amigo Camilo Villa resumir con palabras la vida misma es tan difícil cómo lo puede ser escribir para otros; escribir para los niños y a la vez al niño interior de los adultos no es tarea sencilla, los primeros si encuentran interés se conectan con el relato, para los segundos no es igual, primero hay que despertar al niño dormido en su vientre para que éste sea quien lea entre líneas. Conectarte con tu fuente inspiradora para crear una historia es más fácil si formas parte de la misma, cómo también lo es amigo lector sí al leer mis historias te conviertes en su protagonista. Hoy puedes llamarte Juan, Amelia, Pablo, o Carmina, mañana quizás te llames Lía. Con la imaginación puedes viajar a donde quieras, y cuando quieras, sólo necesitas abrir puertas, y puedes convertirte en un príncipe o en un mendigo. Puedes hacer tantas cosas...