AutoresEditores.com
Manuel Blanquiceth Ladeux

Manuel Blanquiceth Ladeux

@manuel.c

Colombia » Bogota DC » Bogotá

Manuel Blanquiceth Ladeux

Tercera Persona

US$ 6,90

Escribir es un acto semejante a la paternidad. La página blanca es como una doncella, virgen, pura... las ideas es el estado de gravidez. El parto, el milagro de la luz, el resumen de la creación, es culminar la obra, o sea, el libro. Los libros son los hijos. Mi primer hijo, este libro, lo he bautizado Tercera Persona, y es el fruto de mi amor con la Poesía. Es un pequeño que algunas veces hace travesuras y me sonroja.

He aquí una breve descripción: Sus cabellos son negros como la noche (pág. 48), sus ojos son dos lunas (pág. 42) y su sonrisa es un destello de sol (pág. 18), todo su cuerpo es un sueño acanelado (pág. 37).

Es bien sabido que los padres sueñan con ver los hijos crecer, realizarse como personas, triunfar. Yo celebro el nacimiento de este libro con la misma alegría de la madre que mira a su bebé gatear hacia la vida, o cuando da sus primeros pasos, o pronuncia la primera sílaba. No será el único, tengo la plena seguridad que vendrán otros, si el Todopoderoso me da licencia, eso espero. Por el momento dejo en sus manos cincuenta poemas, ninguno excede los diez versos, todos esperan sus ojos, o en el mejor de los casos, una boca que los recite.
leer todo...

UN VERSO EN CUARENTENA

US$ 7,20

Un Verso en Cuarentena es un poemario de retorno, concebido en medio de la pandemia que ha confinado al mundo moderno, y donde el encierro es parte vital de la solución. Para leer sin fatigarse, desalojar el estrés y permitir que la imaginación vuele.
Escrito en un lenguaje
sencillo y algunas veces cotidiano, este libro nos acerca a las raíces del género literario lirico. En éstas páginas un poema puede ser un único verso libre, un pareado o un terceto, como en el poema titulado Viento: Fugazmente el viento barre las calles/Como empleado municipal. /Ocioso despeina transeúntes.
Se recurre al verso y a la rima, a la estrofa, y por supuesto al amor para decir que la poesía sigue viva y que su vigencia depende de la relación que mantengamos con ella. No se pretende salvar la poesía porque la poesía es eterna, es que la abracemos nuevamente, que la rescatemos del olvido y que no la archivemos como un objeto en desuso, todo lo contrario, que volvamos a sumergirnos en ella como el buzo que entra al agua y las profundidades son su todo.
leer todo...