Se dice que entre 1514 y 1518, el gobernador encomienda la creación de una zona habitable, al margen oriental de la bahía, donde se conformó el pueblo indio de Canímar.
La nueva ciudad fue fundada junto a la bahía y para ello fueron conducidas a la región 30 familias canarias. Importante resultó también la construcción del Castillo de San Severino que protegería a la población de los ataques al mismo tiempo que daría empleo a los pobladores. En 1695 comenzó a funcionar el cabildo. Se destacan puntos poblados como Yumurí, Corral Nuevo, San Agustín, Las Cidras, Limones, entre otros.
De esta forma y con el aumento del comercio en la región surge Matanzas, quien con el tiempo se convertiría en uno de los puntales en el desarrollo del país.
Cuando se visita el Centro de Veteranos, allí en sus galerías, uno se da cuenta cuantos hombres y mujeres que dieron brillo a Cuba, mecieron sus días en estas tierras.
Resulta imposible dejar de lado al Mayor General Pedro Betancourt cuando se habla de la guerra de la Independencia cubana. Mórdico que se hizo militar en los campos de La Bija, El Indio, La Guinda, Ohito, el Mogote, Las Lomas del Purgatorio, el Pan de Matanzas y Sabanilla del encomendador, donde se entrevistara con el mismísimo Gral. Gómez
El banderín de su escolta fue obsequiado por servicios distinguidos a una matancera, Rosalía Hernández, la famosa "Luz", cuyo retrato también adorna la galería. Otra de las mujeres que sintió correr por sus venas la sangre ardiente que inflamó el patriotismo es la heroína del Yomurí, Marina Manresa.
Pero Matanzas en 1924 estaba bajo la gobernación de Don Juan Gronlier. Y también había gente del pueblo como Don Valentín Cané... un señor muy aficionado a la música y el tres. Años en que los cubanos tenían sus ídolos y bailaban al compás de los famosos danzones de Miguelito Faildé.