Salir de la mediocridad, es toda una travesía. El mediocre está en un lugar, a la mitad de un camino, que con el tiempo transcurrido, ese lugar, se convierte en su residencia, o mejor dicho, en su cárcel. Esta prisión, está construida por el mismo, y solo él, conoce su estructura, sus pasillos y sus salidas.
Muchas personas que están en esta prisión, desean salir, buscar un escape, cuando logran vislumbrar, que ese futuro no era lo que esperaban de la vida o en aquellas circunstancias que los sacuden y se sienten vacios y abatidos.
Estas puertas son diez, y hay que franquearlas en un determinado orden, siempre la puerta subsiguiente, se abre en base a lo aprendido en la anterior puerta.
Para salir de la mediocridad se transitan dos viajes paralelos. Uno es el viaje exterior, una serie de acciones que la persona realizará, pero hay también otro viaje paralelo e invisible... es el viaje interior. Se trata de un viaje de sentimientos, de aprendizaje y de desarrollo personal. ¡Disfrútelo! leer todo...