Año tras año, hemos querido las comunidades EAS hacer de este libro un tesoro de recuerdos, testimonios, experiencias que acontecen en cada uno de los autores de estos escritos.
Quisiéramos que cada uno de los EAS, se diera a la tarea de pasar su experiencia a las hojas de este libro para que así quede plasmado el día a día de los EAS en el mundo. Si supiéramos lo que pasará en unos cuantos años o lustros, ¿No sería muy emocionante saber que lo que escribimos hoy, sea historia para los próximos EAS, que seguirán con este legado?
Un legado lleno de entusiasmo, de compromiso, de servicio, de amistad para siempre y pase lo que pase, que se leerá tal vez con un dejo en el alma, por los momentos que pasaron, con esa añoranza plácida de la remembranza y el recuerdo vivido aquellos años, que puede ser ejemplo de estilo de vida, que, a pesar de todo, siga intacto el amor por el amigo que se convierte en hermano y que esa amistad esté grabada en el alma y sea para siempre y pase lo que pase.
Es tan emocionante encontrarse con ese amigo que no vive en mi ciudad, cuando se llega a un encuentro; cuando gritamos de emoción y damos gracias a Dios que nos ha dejado volvernos a ver. Cuando participamos en las diferentes actividades de nuestra ciudad y hace tiempo no vemos a uno u otro amigo por diferentes circunstancias, pero que nuestro corazón se llena de alegría al verlo. Cuando encontramos personas nuevas, cuando recordamos a quienes no están, todo eso se vuelve parte de nuestra historia, de la historia de los EAS y ¿qué mejor oportunidad que esta, para plasmarla en letras y compartirla?
El Padre Antonio Hortelano, nos ha dejado una tarea, ese estilo de vida que nos asemeja a Jesús y que podemos narrar por medio de este libro que es la recopilación desde cada EAS.
Damos gracias a Dios por poder leer una a una las letras que van grabando la historia y por cada uno de los EAS que tan amablemente colabora con la historia desde su vida.