Camilo Adelmo Quevedo Martínez nace en Colombia. A mediados de los años 80`s se muda junto a los suyos a uno de los grandes conglomerados de su país, una localidad de profundas raíces familiares, allí permanece durante su infancia y adolescencia, y es precisamente en esta etapa en la que logra amalgamar las bases que conforman su presente testimonio, el mismo que ha llegado a ser tildado por sus primeros críticos como el producto de una imaginación álgida, y sin dejar la suya de tener estos rasgos distintivos, pues se concluye que la envoltura fantasiosa de su narrativa no deja de lado la realidad que ha tropezado de bruces con una descripción tremendista quizá, y por decirlo de alguna forma, se le ha abonado sensatez, de otra manera, sería calificado como el manifiesto de una locura, digamos mejor, es una metáfora propicia, sí,... ¡eso es!.