Adarthá... La Mano Del Poeta
destellos, que endulzan y apasionan la vida del ser, que de emociones dibujan sonrisas en el rostro de quien les mira, que de anhelos nos sumergen en cosmos fantásticos donde a la par el dolor se difumina, y en ese aire vespertino repleto de sentimientos por un instante nos perdemos, siendo dueños de un todo que va mucho más allá, de las limitaciones humanas, de los desencantos del día, de las decepciones de la vida, una sensación tan preciosa, colándose en el pensamiento, corriendo por el cuerpo, mientras con la vista somos capaces de escuchar el alma de quien se expresa, porque en el arte el corazón habla, dándonos hasta la última gota de su misma sangre, sin escudos, completamente desnudo en su imagen más vulnerable y honesta.
En las líneas del verso, nos damos a conocer y conocemos, damos amor y recibimos, sea que escribas o leas el mensaje se expande ¡Viaja! Vuela libre en las alas del sentir y se adentra en la razón ¡Cautiva, Enamora! Entonces las almas se entrelazan fusionadas por la corriente de una pasión ¡La pasión por el ancho de la imaginación, la pasión por la fuerza de la creatividad, la pasión por la libertad de ideas, por el brillo de un astro qué ilumina senderos sombríos emergiendo de la tinta! Cuya maravilla en las páginas nos da su regalo.
De allí la magnificencia envuelta en este mágico obsequio de historias sin fin, la mágica aventura de abordar muchos mares, cuyas aguas fluyen en las corrientes de la mente y sacuden de un solo golpe nuestro paisaje, pintando los momentos oscuros y los días opacos, pincel de la mezcla entre armonía y caos, plenitud y melancolía, es la llave definitiva, la hermosa poesía. leer todo...