Una cruda descripción de la receta infalible, que siguen muchas personas, para estropear la salud y la vida en forma casi irreversibles.
Un relato en primera persona, de lo que se sufre físicamente y lo que había en mi cabeza en los momentos más críticos durante la ocurrencia del primero de tres eventos cardíacos que sufrí en 2012.
Una narración simple y directa de lo que quizás la muerte ha hecho sentir a miles de personas, que no tuvieron la oportunidad de contarlo. Yo si la tuve, y por justicia lo hago, tomando esta obra como el inicio del camino a enmendar que me he propuesto. leer todo...

Un relato simple de hechos simples. Situaciones normales y otras no tanto, acumuladas en años de trabajo, gracias a una profesión fascinante que me permitió acumular estas experiencias, que intento llevar al papel con humildad. Relatos de situaciones divertidas, curiosas, raras y otras extremas que, de seguro, identificarán a más de alguien.

Ocho minutos demora la luz del sol en llegar a la superficie de la tierra. Cuatrocientos ochenta segundos de tiempo necesita el astro rey, para mostrarse acá en la tierra, con su brillo... del pasado.

Y que tal si pudiéramos transportarnos instantáneamente allá al firmamento, por ejemplo, a ciento cincuenta millones de kilómetros de distancia - la distancia media desde la tierra al sol - ¿que veíamos? Veríamos la tierra de hace ocho minutos, con todo lo que pasó hace exactamente un séptimo y medio de minuto.

Y así, si pudiésemos alejarnos más y más, podríamos llegar a un punto, tan alejado, que la tierra que veríamos - si fuese posible -, sería aquella que dominaban los dinosaurios.

Por lo tanto nuestro espacio nos ofrece, en toda dirección, una transmisión en diferido, cuyo retardo, dependerá de la distancia del objeto observado. Efecto que Clayton entendió y pretendió aplicar a la tecnología de sus saltos temporales.

Al final es solo intentar usar la unión indisoluble que existe entre la luz y el tiempo, en nuestro universo infinito. leer todo...