Rubén Darío, empleado de una compañía de seguros, decide viajar a los Estados Unidos con el objeto de visitar a su hija a quien no ve desde hace varios años. Le acompañan su esposa y su cuñada.

Toman en Bogotá el vuelo 2174 de American Airlines a las 6:45 de la mañana del fatídico 11 de Septiembre de 2.001, el cual los llevaría a la ciudad de Miami en donde harían transbordo para continuar a Boston. Allí finalmente conectarían vía aérea con la isla. Ahí comienza una serie de vicisitudes, angustias y contratiempos que marcarían aquel viaje, pues mientras ellos se encuentran en pleno vuelo están ocurriendo los lamentables y trágicos sucesos que conmocionarían al mundo. Norteamérica estaba siendo blanco del más grande atentado terrorista de todos los tiempos, protagonizado por Osama Bin Laden y Al Qaeda y que ya dejaba saldo de miles de inocentes vidas. Las torres de World Trade Center en Manhattan habían desaparecido y la historia escribía una de sus más terribles páginas del mundo actual.

El vuelo aterriza sin mayores contratiempos en Miami, pero ya en tierra todos se enteran de lo que está ocurriendo; del enorme revuelo que existe en el aeropuerto, y de las alarmantes noticias difundidas por los medios, comparable todo a lo que ocurriera en un país que ha entrado en guerra.

Rubén Darío y sus acompañantes deben permanecer, en medio del desconcierto y la angustia, por cinco días en Miami hasta lograr la anhelada conexión aérea hasta Boston.

El resto del viaje, hasta el reencuentro con su hija, está igualmente rodeado de imponderables y pequeños contratiempos que les hace pensar que allí puede haber algún extraño designio. Sin embargo los relatos siguientes están constituidos por interesantes anécdotas y curiosos episodios, un tanto típicos pero descritos con agradable estilo. El autor hace, con inusitada admiración, una valiosa descripción de la isla de Nantucket y de sus atractivos, destacando la importancia que tuviera en la producción y comercio del aceite de ballena en siglos pasados. leer todo...