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Angie Avalos Naveda

Angie Avalos Naveda

@angie.avalos

Peru » Callao » Callao/callao

Angie Avalos Naveda

APP -TASACIONES DE DEPARTAMENTOS PARA AGENTES INMOBILIARIOS

US$ 8,80

Analizar y comparar las alternativas que usan los agentes inmobiliarios al captar un departamento con la finalidad de elaborar una herramienta digital que facilite su trabajo en alianza con la Sociedad de Bienes raíces, este app que facilitará el sinceramiento de precios a un 82% de veracidad será usado por agentes inmobiliarios de esta casa de estudios con el fin de tener ventajas competitivas frente a otras instituciones.

CENTRO HISTÓRICO DE AYACUCHO

US$ 8,10

Las casas señoriales son lo más representativo de la arquitectura civil en la Huamanga colonial. Ellas se ubican, al igual que las iglesias, en el núcleo central de la ciudad: alrededor de la Plaza de Armas y unas cuantas calles adyacentes. En cuanto a su diseño y distribución de ambientes, la casona señorial ayacuchana se inspira en la vivienda castellana de clases altas, aunque algunos elementos logran dotarla de personalidad y acento propio. La planta tiene un modelo de distribución que generalmente se repite en todas estas residencias. El portón principal de entrada es de madera con incrustaciones de clavos a manera de rosetones. A continuación viene un zaguán con techo de bóveda; sus dimensiones permite el paso de caballos y carretas al primer patio, que tiene el suelo empedrado y con senderos de laja para circulación de personas. El patio principal es abierto, dotado de galerías con arcos que podrían ser de piedra o ladrillo. En estos corredores había columnas muy características dotadas de una base de piedra tallada.
Huamanga fue bautizada alguna vez como ?un bosque de iglesias? debido al considerable número de ellas en esta ciudad de pequeñas dimensiones. Se afirma que las 33 las iglesias y capillas existentes en el espacio urbano simboliza la edad de Cristo.
Su arquitectura religiosa tiene origen en la presencia de numerosas órdenes, así como de encomenderos acaudalados que buscaban, por medio de importantes donaciones para la construcción de esos monumentos aumentar su prestigio y prepararse para la otra vida.
El terremoto de 1719 obligó a la reedificación de los templos, y posteriormente en 1826, un decreto clausuró varios conventos que no tenían recursos económicos ni frailes para seguir funcionando.
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