Este libro no pretende ser una memoria autobiográfica. Al contrario, es una crítica a la sociedad chilena que con el tiempo se hizo impermeable al contexto histórico en que la Fuerzas Armadas y de Orden fueron arrastradas a una guerra irregular, por los políticos, el Congreso de Chile, la Contraloría, los medios de comunicación y gran parte de la sociedad, al declarar la inconstitucionalidad del gobierno de la Unidad Popular y el presidente de Chile, Salvador Allende.
Una sociedad que, después de los aplausos y para no verse arrastrada por su ineptitud, su irresponsabilidad y su complicidad, apoyó la venganza por sobre la justicia y permitió la existencia de un doble estándar en el que solo se persigue al soldado y se justifica a quienes quisieron hacer de Chile una "patria grande", junto a los gobiernos de izquierda, liderados, en ese entonces, por Fidel Castro.
Un reproche a quienes, con cobarde hipocresía vistiendo de civil o de militar, después de haber sido parte de un gobierno exitoso con un crecimiento económico inigualable, reconocido en el mundo entero como "el milagro chileno" hoy, sorprendentemente, se alejan y toman distancia de aquellos que, sin pedirlo, sin solicitarlo y sin poder rechazarlo, fuero asignados ?en un contexto histórico de plena Guerra Fría? a organismos de inteligencia extrainstitucionales. Soldados que cumplieron las órdenes de sus mandos, de sus superiores, de sus comandantes, de sus líderes. Una guerra oscura, sórdida y silenciosa que derrotó al comunismo, infiltró a sus organismos armados y los destruyó, con los lamentables costos de vidas humanas de ambos bandos que todos conocemos.
Fuerzas Armadas que, hasta hoy han impedido el desenlace de una Guerra Regular, logrando más de 134 años de desarrollo en paz, a diferencia de nuestros vecinos: Argentina, una guerra con Inglaterra, Perú, una guerra con Ecuador y, Bolivia, una guerra con Paraguay. leer todo...