Hans Trujillo Nació en Bogotá, Colombia seis días antes de que Neil Armstrong pusiera su pie en la luna. Desde niño sus padres le inculcaron el amor por la literatura, y a temprana edad ya se había devorado las obras inmortales de Homero, Cervantes, Wilde, Alan Poe y García Márquez. Hans se gana la vida como creativo publicitario en Estados Unidos, lo que combina con su pasión por escribir.
Su primera novela "Con La Muerte No Se Juega" ganó el premio a “Mejor Primera Novela” en el International Latino Book Awards en Los Ángeles. También recibió el “Excellence Award” en el Stroud Arts Book Festival en New Orleans. Su segundo libro "12 Relatos Impuros" es una compilación de cuentos cortos eróticos que exploran la sexualidad desde diversos ángulos, sin importar su raza, género, entorno o preferencia sexual. Búscalo en I
"12 Relatos Impuros" es una compilación de doce historias eróticas que exploran la sexualidad en todas y cada una de sus formas. Desde la simple búsqueda del placer hasta el interminable conflicto con los más oscuros deseos de la mente humana. Cada relato ocurre en una ciudad del mundo diferente, la cual se convierte en un protagonista incidental trayendo consigo sus propios matices, secretos y perversiones.
Se trata de una disertación cruda y visceral de doce situaciones eróticas extremas, las cuales involucran diversos estereotipos, géneros, orientaciones, tendencias, emociones y épocas; reflejados a través de personajes complejos y en ocasiones aberrantes. leer todo...
Baudelino Pinto es un joven fotógrafo que se encuentra en el momento y lugar precisos el 9 de abril de 1,948 en Bogotá, para capturar con su cámara la única foto jamás tomada de LA MUERTE, quién desde ese instante lo comienza a perseguir como su sombra. Esto hace que el fotógrafo busque refugio en un pequeño pueblo cafetero donde monta su estudio fotográfico. Allí se inventa la descabellada idea de retratar a sus habitantes después de muertos, creando el primer cementerio de fotos hasta ahora conocido. Para ello, el fotógrafo acomoda a los muertos de tal manera que los hace parecer como si estuvieran vivos, logrando así las más hermosas fotografías de los difuntos junto a sus familiares, quienes incluso sonríen para la foto.
Pero a La Muerte no le gusta que se entrometan en su territorio y finalmente decide ir por el alma de aquel temerario fotógrafo que tuvo la osadía de retratarlo. Como una sentencia del destino, Baudelino y La Muerte se enfrentan por segunda vez, pero el fotógrafo no tiene intenciones de dejárselo tan fácil y los dos se enfrascan en un duelo de personalidades que desencadena el más inesperado de los finales. leer todo...
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