Una experiencia pedagógica no es el resultado de la espontaneidad y de la insularidad de un maestro; es el cúmulo de vivencias, encuentros, intercambio, confrontación y el compartir de intereses entre pares académicos; que está en constante innovación y es factible de rigurosidad a través de la sistematización y la socialización.

Aunque tradicionalmente se ha definido la inteligencia como una habilidad para responder a problemas hipotéticos, de tipo teórico, mediante recursos lingüísticos o matemáticos, esta idea de alguna forma ingresó a la escuela como una fuerza para enriquecer, transformar o fortalecer el sentido de la escuela, que se va a ver reflejado en adiestrar precisamente esa inteligencia a través de contenidos, procesos educativos uniformes, estandarizados y ciertas prácticas de enseñanza que va a institucionalizar.

Sin lugar a dudas, son diversas las experiencias pedagógicas en el aula que se han interesado profundamente por los ambientes de aprendizaje y cada una de ellas evidencia una forma particular de entenderlos y abordarlos.

no es proponer una actividad de tipo lógico para desarrollar la inteligencia lógico-matemática o una actividad relacionada con la literatura para potenciar la inteligencia lingüística. Igualmente se considera que proponer una actividad de tipo lingüístico no solo desplegará el potencial lingüístico del estudiante sino otras maneras de comprender el mundo desde sus múltiples potenciales.

Cuando Teselaciones para niños apareció en el año 2004 como una “alternativa” pedagógica en el campo de las matemáticas escolares, su intención era la de desarrollar en los niños habilidades espaciales, geométricas y artísticas, ya que en esta contemporaneidad, se consolidaba la idea de que las matemáticas son una «potente herramienta» para el desarrollo de habilidades del pensamiento. leer todo...