Este libro ante todo está planteado en dos grandes partes. La primera consta de 12 relatos cortos en igual número de capítulos, sobre la existencia y sus peripecias en ella, de algunos emblemáticos personajes de un pueblo perdido. La segunda es una única gran historia, sobre la vida trágica de una niña, artista especial popular en ciernes; que se hace acompañar en su destino, por un séquito de enigmáticas muñecas de trapo. Haciéndose mujer dentro de su propio drama muy particular, para la época en que le tocó vivir; hasta que muere ya bastante anciana, presa del desengaño e inmersa en las nebulosas de la locura: Bonifacia Alviárez. Es también la narración de dos historias paralelas llevadas en el verbo de su protagonista principal, Hilario Coba; que las va exponiendo mediante jocosos y satíricos relatos preñados de sus propias vivencias, encuadradas dentro de un mismo marco espacial y geográfico: El mítico pueblo de La Atascosa. Bucólica y campechana localidad de sólito enredada en un aura de misterio, ubicada en mero corazón del llano venezolano. El Estado Guárico. Salpicado de mitos y leyendas que harían palidecer al más envalentonado visitante citadino, como de hecho sucedió en muchos casos del pasado. Sin embargo hoy, ha quedado en el tiempo junto con sus cuentos, relatos, fantasmas, y sus tragedias... Escenario incluso de viejas guerras del pasado que alcanzaron su cenit en la medianía decimonónica, donde se confundían los espantos y aparecidos con los montoneros de uno y otro bando (Liberales y Conservadores). Pero además, embriagados por las ansias de dominio. La torva mirada de sus atrabiliarios gerifaltes, aviesos caudillos hasta iletrados y, una caterva de capitostes que los secundaban, clavada en el poder. Claro ejemplo de que no se vivía una ficción, como muchos lo creían justificando sus actos, dando de baja sin piedad a sus oponentes en una lucha fratricida; sino, la visión de un pervertido realismo mágico hollado por la bota militar -aun hasta por las alpargatas-, muy a lo latinoamericano.