En estos escritos, narro los supuestos recuerdos que están almacenados en mí ser, los cuales, de una forma u otra, repercuten en mi existencia. Entre estas dos etapas: del ser y del existir habrá un proceso en el cual voy abandonando, poco a poco, aquellos recuerdos hasta el momento en que ingreso a la escuela. En este periodo, por las enseñanzas adquiridas en la casa y la asimilación de los sucesos del medio en el cual me desenvuelvo, van modificando mi mente y mi cerebro; entonces, mientras avanzo hasta mi existencia voy olvidando lo que fue mí ser.
Mi ser primigenio, durante miles y miles de años, poseía muchos saberes maravillosos como el charlar con las plantas y los animales, y a comprender sus sentimientos y emociones; pero, al llegar a mi existencia, me contamino con las cosas del mundo, y me olvidó de aquellas capacidades. Sin embargo, es con mi propio desarrollo o evolución y de lo que me enseña el entorno cuando voy adquiriendo mi propia personalidad, pero, no puedo asegurar que dejaré de lado lo que mi ser ha recibido como legado.
En este contexto, en este relato, deseo contarles cómo es que se fueron desarrollando mi mente y cerebro y mis diferentes aficiones? Relatos en cómo mi ser, con sus cualidades extraordinarias, influyen en mis actos.
No sé cuánto hay de ficción ni cuánto de realidad en estas memorias, pero, ¿quién puede asegurarme que lo que mi mente piensa es realidad? En mi mente están los recuerdos, y, secándolas con ganchos, picos y palas, he logrado construir estas narraciones.