Noches de Cuentos
que Colombia pasó en los años noventa, esa tradición oral se acentuó todavía más. Las noches oscuras, tan silenciosas como un campo abierto, eran propicias para las reuniones, pues en la casa solo se escuchaba la voz de quien relataba la historia, y solo se veía el baile de las sombras, generado por el viento que azotaba la luz de las velas.
Algunos de los relatos de mis abuelos, aunque parecían sacados de un libro de ficción, formaban parte de su mágico recorrido por el mundo, otros cuentos eran fragmentos de vida de un familiar o conocido, algunos eran inventos populares que buscaban infundir miedo y otros eran relatos inspirados en la historia del país.
Cuando mis abuelos faltaron, sus hijos ocuparon su lugar, no solo como símbolo de unión familiar, sino también como narradores de historias. Así pues, en cada núcleo de nuestra familia, ese sencillo evento: "echar cuentos", sigue ocurriendo cuando el tiempo así lo amerita. leer todo...
Antonio Mena O'meara
O'meara combina su legado familiar y cultural con las experiencias vividas en el extranjero y, a través de un lenguaje vívido e intenso, logra retratar la naturaleza de una gran variedad de situaciones que van desde lo fantástico hasta episodios olvidados leer todo...