La segunda edición del libro Idilio Muerto (Lo que dejaste aquí), supone mejoras en su forma, aunque el estilo permanezca intacto. Además incorpora un valor agregado que generará expectativa entre los lectores que ya conocen el estilo del autor, con la inesperada aparición de "Espinela" personaje misterioso del que muy seguramente surgirán varias inquietudes. Para los nuevos adeptos, será un componente que ilustra la capacidad narrativa del escritor.

Como ya es costumbre el "Poeta Favorito" deja de manera sencilla que las palabras sean libres y tomen el valor enriquecedor que cada quien decida, ajustándolas de la mejor forma a sus vivencias personales y logrando una identificación única entre sus escritos.

Esta capacidad interpretativa que tiene el autor para hacernos viajar por mundos de sueños, fantasía y locura; cargadas de metáforas de comprensión rápida y con un lenguaje suave, cotidiano y legible, hace que el lector se involucre completamente en cada idea, pasando sin mayor apuro de un sentimiento a otro, una gran ventaja por narrar de forma sencilla los sentimientos que todos los seres en algún momento tienen. Así con todos estos componentes se hace la magia de la escritura, haciendo que cada lector esté a la expectativa acerca de cuál va a ser el próximo paso, el siguiente golpe de suerte o fracaso. Al final de los párrafos una enseñanza con algo de ironía y sarcasmo que concluye en que todo lo que pasa es por algo y lo que no, también. De esta manera quedamos con la esperanza de no tener más para poder sentirlo, pues su escritor es víctima y victimario, haciendo su mayor esfuerzo por retratar este sentir en sus lectores, evitándoles de alguna manera el dolor de padecerlo en carne propia. leer todo...

En esta oportunidad el "Poeta Favorito" trae para todos los lectores relatos cortos, donde deja ver su agudeza crítica sobre las condiciones diarias de escenas detalladas, quizás para muchos lectores resulten hasta descabelladas, pero firmemente unidas, consiguiendo espectadores identificados en cada situación como propia.

Diarios en la selva de cemento, es de esos libros que no puedes parar de leer, porque siempre que creemos haberlo leído todo, aparece el autor sorprendiéndonos con toda su capacidad narrativa sin que se pierda jamás el hilo de la historia. Inmerso en reflexiones acerca de la sociedad, abordando situaciones que ocurren en el día a día y que pocas veces revisamos. Una parada de auto bus, un taxi, transeúntes contando historias por cada esquina de la ciudad. La enseñanza acerca de lo que estamos haciendo por el prójimo y una marcada nostalgia de años pasados. Infancia, juego y tecnología. Incluso hasta una sorprendente predicción del futuro.

Panoramas fantasiosos, manicomios, hospitales, un loco suelto en la ciudad escribiéndole a todo lo que le rodea, con la maravillosa virtud de la poesía y la rudeza de la creación literaria precisa y directa. Definitivamente de principio a fin uno de los mejores libros. leer todo...

Debo confesar que en la secundaria la materia Química no fue mi favorita, y lejos de ser en la que me destacara, logré memorizar cada uno de sus elementos, con símbolos, número atómico y todo, era la única forma de poder dibujar de manera mental la tabla periódica que por aquel entonces era la clave de todos los exámenes que llevaran formulas; pero lo más interesante de todo esto, fue el descubrimiento de cada una de las reacciones que se llevaban a cabo y cómo, aquellas combinaciones concluían en otras, en un ciclo infinito y difícil de detener.

Llevar esto a la vida real, y comprender que en cada cosa que hacemos existen reacciones químicas inevitables, y no por el cliché que nos han enseñado asegurando que cuando dos personas se conocen hay química, en realidad estas combinaciones de sentimientos dentro del cuerpo humano desencadenan millones de reacciones biológicas naturales y tanto es así que algunos se han atrevido a segurar que podríamos cambiar el destino del universo por la energía que esto transmite, como la partícula de Dios que según algunos reportajes de la ciencia ya se puede identificar y que es el hálito de vida en cada ser humano.

La química pura en cada una de nuestras células, explotan, se enlazan, reaccionan y ocasionan, que la piel se sonroje, se enchine, se erice, que acelere el corazón, que palidezca, que de sudor se invada, que afloren lágrimas desde los ojos en una mezcla de sal y agua.

Química necesaria en cada uno de nuestros actos, para tomar decisiones, para sobrellevar las penas, para entender lo que sentimos. leer todo...